erraol

Hay personas que nacen con el dón de la palabra hablada, yo no soy una de ellas, así como me cuesta muy poco sentarme a escribir sobre el tema que sea, no cuento con la fluidez necesaria para verbalizar oralmente lo que pienso, no es algo que me importe mucho dado que no es mi trabajo, pero eso no significa que no me moleste, porque cuando me entrevistan no puedo evitar ponerme nerviosa. Da igual para qué sea la entrevista, si es de trabajo me pongo nerviosa, si es para la radio también y si es para la tele más todavía.

El otro día haciendo un experimento de esos del Facebook tenían que decir cual era su primer recuerdo sobre mí, hubo alguna que dijo que me recordaba en un congreso puesta en pie y hablando, y pedía para que no le preguntase a ella nada, jajaja, me identifico totalmente con ella, bueno, si no notó que estaba muy nerviosa es porque no es buena observadora, sufro cambios bien visibles en mi fisonomía, creo que me cambian hasta los rasgos de la cara, me transformo, porque la piel de mi cara va aumentando su temperatura hasta estar hirviendo y roja, la voz me tiembla y yo creo que incluso llego a tartamudear, las ideas acuden más rápido que el sonido a mis labios, no articulo bien, total un desastre.

Que a ¿qué viene esto? pues porque otra vez me he vuelto a ruborizar hablando de mi pueblo y no de orgullo, que sería lo normal, si no por nervios. Resultado acabo de perder clientes en lugar de ganarlos.