erraol

Dicen las buenas lenguas que las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes.

Y yo, no puedo más que estar de acuerdo, porque ¿cuántas cosas no hemos hecho porque eran pecado? ¿cuántas nuevas experiencias y nuevos placeres hemos dejado de explorar por el mismo motivo? Definitivamente cuando dijeron que "la religión es el ocio del pueblo" acertaron de pleno, nada mejor para tener a todo un pueblo callado que dejar que el cura desde la predicadera lance su misil en forma de palabra para que todos estemos callados, quietos y amedentrados por el que vendrá o dirán o dejarán de hacer o decir. Así hemos vivido, y no es que sea vieja, que no lo soy, simplemente he tenido la suerte de vivir diferentes tiempos y unos cambios abismales entre ellos.

Cuando era pequeña tuve la suerte de pasar de un pueblo de los años 70 modernizado, en la medida de lo posible, a otro, el de mi madre, anclado en la posguerra; eso sí, el pueblo de mi madre tenía un río grande y hermoso donde yo pasé muy buenso veranos, cuidando el huerto junto a mi abuelo para que los domingueros no comieran las judías verdes, fresas o lechugas y tomates a nuestra costa, bañándome y atrapando peces con una canasta, Un pueblo, en el que no había ni fuente dentro del núcleo urbano, había que ir con las yeguas a buscar el agua, lo que mi prima y yo disfrutábamos increiblemente, era una suerte que nuestro abuelo nos llevase encima de las yeguas a merendar a la fuente, y mi abuela cargada con la cesta de la merienda caminaba junto al abuelo hasta allí. Tuvimos suerte, mucha suerte de conocer tantas y tan diferentes y ricas experiencias, unas buenas y otras malas claro; también tuvimos la suerte de poder convivir con nuestros abuelos y tíos durante largas temporadas, casi hemos vivido más con ellos que con nuestros padres. Recuerdo a mis tíos y sus guateques, eran unos privilegiados, con su tocadiscos y aquellos gordos y enormes álbunes de discos... En fin muchos recuerdos, también había lloros, como cuando la abuela se iba al huerto y a mi prima y a mí nos dejaban encerradas en casa para que durmiésemos obligatoriamente la siesta, que hay que ver lo poco que me gustaba hacerlo y lo que las disfruto ahora. En fin, todo esto no viene al caso, algún día escribiré como se vivía en un pueblo como el de mi madre cuando yo era niña.

Alguna pensaréis que a qué viene esto, pues viene a que hoy comentaba yo que dado que el cielo y el infierno no existen, y que no tengo claro que me toque vivir otra vida, ya podrían haberme soltado en una familia más acomodada que la mía, porque mis gustos son extremadamente caros y no los puedo costear, así que por pedir... pues mi misma familia con mucho mucho dinero habría estado bien, jajaja. Y digo yo que lo mismo pensará mi hija, que esa encima se confiesa atea, dirá para una vez que toca vivir ya podría la Oces haber sido millonaria, en fin nos conformaremos con lo que nos toca y con estas dos manos y la salud para seguir viviendo.

En definitiva que yo no quiero ser una buena chica bien por el contrario espero morir siendo una mala chica.

Buenas tardes chicas.
erraol

No os voy a descubrir a estas alturas que nuestra fama de país de pícaros tiene razón de ser.

Sin ir más lejos, hace unos minutos, y por eso sale esta entrada, a ver si alguna de mis compis se ruboriza, como decía hace unos minutos he ido a triturar los informes que ya había utilizado y ¿a qué no sabéis que me he encontrado?. Muy bien, veo que sois adivinos, la lucecita roja de la trituradora de papel encendida; una que sigue siendo a pesar de su edad una ingénua ha preguntado: ¿quíen ha sido la última en utilizar la trituradora? nadie, nadie ha sido la última. Todas cambian la bolsa. Nadie ha dejado la bolsa llena sin cambiar y la luz roja parpadeando.

Así es la vida en este país nuestro, y yo me pregunto ¿cómo demonios vamos a tirar para arriba si somos expertos en el arte del escaqueo? Una cosa tan sencilla como cambiar una bolsa. Dos minutos a lo sumo, pues así funciona todo en esta casa nuestra, intentando pillar la vuelta a todo lo que suponga un mínimo esfuerzo y escaquearnos mientras reímos por dentro, algunos hasta por fuera, cuando la ingenua de turno lleva a cabo la tarea...

El chiste: refleja fielmente nuestra situación, los contribuyentes aguantando la economía sumergida, falta un leve guiño a esa reducción de sueldo que nos ha regalado ZP, Europa, Obama y creo que hasta los chinos, en fin, mejor no comentar.

Andaba yo ahora por las alturas de esta casa donde yo trabajo, buscando la máquina del café y una botella de agua, cuando hablando con un compañero comentábamos la reducción del 5% y una que ya lleva su tiempo en estas andanzas, no ha podido resistirse a comentar que nuestro poder adquisitivo está en el sótano 2 y no está más abajo porque no hay excavación, prometen que en unos años lo recuperaremos pero esto no es verdad, mi caso propio así lo refleja e imagino que el resto de los españoles están igual, en 1.990 mi poder adquisitivo era tres veces mayor que el que disfruto en 2.010, y me temo que seguiremos así salvo revolución.


A quienes me preguntais por el finde de mi compi, pues tuvo un fin de semana estupendo. Ahora estamos mirando la Red de Hospederías de Aragón para ver cual les ofrece un mejor encuentro paradisíaco, porque también el verde del Pirineo, o el del Maestrazgo, o el palacio del Papa Luna, entre otras, nos dejan entrever el paraíso. La tranquilidad y la paz de Roda por ejemplo se asemeja al paraíso para quien vive todo el día rodeado de ruido. Y es que para encontrar el paraíso sólo es cuestión de estar predispuestos a ello, sin ir más lejos espero algún día encontrarlo yo misma entre estas cuatro paredes repletas de historias que tengo a mi alrededor, ja, ja, es broma, yo ya vivo en el paraíso y que dure, aún con un 5% menos de sueldo por parte de ambos.

Buenos días chicas.