erraol

Si habéis seguido el blog durante la mañana veréis que ha empezado pletórica, bueno el ritmo ha bajado, ahora está la cosa tranquila y va de compras, pero como lo prometido es deuda paso a relatar este Prólogo de amor, cuyo epílogo espero no llegar a conocer porque será señal de que la historia tiene continuación.

Una de mis compañeras, despues de años y años de soledad ha decidido poner fin a la situación y ha conocido a un señor, que está de muy buen ver y de mejor tratar. Hasta aquí ningún problema, todo correcto.

El problema podría estar en que él está casado, pero esto tampoco supone problema alguno, él tiene claro que ella es el amor de su vida y está dispuesto a divorciarse, con todo lo que esto lleva consigo, de repartir la vida, todo, con su expareja. Bueno esto tampoco supone un problema en principio.

El problema viene cuando él dice que se divorcia y así pueden casarse, él es un señor convencional y tradicional, bueno muchas de nosotras estaríamos contentísimas y pensando que él es ¡divino de la muerte! guapo, bien situado, culto, divertido, cariñoso, detallista, buen poeta,.... Pues no. Para mi compañera no está bien esto, que se divorcie sí, pero lo de volver a casarse, ella dice, que como que no, que ella lleva muchos años sola y acostumbrada a vivir así y que no está dispuesta a ceder ni un ápice en cuanto a esto, que ella sólo quiere, ojo al dato, "AMAR Y SER AMADA" (no pide nada), y que para esto no hace falta estar casada.

Bueno, razón no le falta, está bien eso de amar y ser amada, ahora bien, en qué momento de la historia, afortunadamente, la mujer española ha evolucionado tanto que su objetivo en la vida ya no es el matrimonio, si no "Amar y ser Amada". A ver si va a resultar que la carca soy yo, por lo de decir no al matrimonio, que toda la vida he pensado que era muy lanzada y va a ser que soy mas tradicional que la derecha más derecha...

Claro que bien pensado... a mí también, como a ella, me gusta tener mi propio espacio, y libertad, tengo mis costumbres, necesito mis ratos de soledad, hay una diferencia que yo sí tengo la suerte de que mi pareja respeta mis llamemoslo "rarezas".


erraol

Esta mañana, justo nada más bajar del autobús, mis dos compañeras de parada y yo íbamos caminando hacia el semáforo, cuando una de nosotras exclama:

_Ya es miércoles, jo, ayer pensaba que me paso la semana esperando que sea viernes para hacer un montón de cosas el fin de semana y que así han pasado los años y le comentaba a mi marido, a ver recapitulemos ¿qué objetivos tenía yo en la vida? ¿los estoy cumpliendo?

Mi otra compañera y yo nos hemos echado a reír, ya nos van a conocer por las de la carcajada madrugadora, y le pongo la mano en el hombro y le digo:

_ Te veo camino del psicólogo amiga._ y hemos soltado otra carcajada.

Ya nos hemos separado ellas a su trabajo yo hacia el mío, y mientras caminaba el kilómetro más o menos que me faltaba para llegar a la cafetería de enfrente, sí, primera parada el bar, como buena española, y el cortadito para tomar ahí y otro para llevar; bueno pues iba yo pensando en si yo tenía objetivos en la vida y si realmente hay que tener objetivos y como de firmes han de ser estos. Todavía no he llegado a la conclusión, pero ando en ello, no obstante estoy en situación de afirmar que mis objetivos son día a día, porque aún así se tuercen y a veces no se realizan, el destino o la propia vida se encarga de desbaratarlos.

Hoy por hoy mi objetivo se asemeja mucho al de la foto, envejecer con mi pareja y sobre todo conservar la dignidad.

Y una vez dicho esto ya puedo continuar con el día que está resultando bastante divertido, porque a las ocho de la mañana ya he tenido dos anécdotas entretenidas la otra la cuento luego que ahora me reclama el trabajo.

Buen día a todas.
erraol

Pienso que el viaje diario hasta el trabajo es una paliza pero también tiene sus recompensas.
Todos los días el autobús en el que venimos desde Huesca ha de cumplir unos requisitos para que nuestro viaje sea cómodo, no estoy hablando de sillones reclinables ni mejor o peor autobús, de eso nos toca de todo, si no de los requisitos que ha de cumplir el conductor, en el que todos nosotros depositamos cada mañana nuestras vidas, y es que ha de viajar con la emisora apagada y con la radio muy, muy bajito para que nosotros los viajeros nos sentemos en el sitio, casi lo tenemos ya fijo cada uno después de tanto tiempo..., bien como digo nosotros nos sentamos, nos tapamos con los abrigos y a dormir; yo me despierto justo cuando entramos en la gran ciudad, mi parada es la segunda, me pongo el abrigo, coloco el asiento en posición vertical, bufanda, guantes, si hace mucho frio y preparada para bajar.
Justo antes de terminar de cruzar el puente, todos los días el semáforo está rojo y hay que parar, pues la primera imagen consciente que fija mi retina despierta es la que he colgado, el rio Ebro a su paso por el Pilar, hoy había más luz, pero no he podido subir la foto que he hecho con el móvil, si puedo lo haré esta noche. Es un regalo para los ojos, cada día parece un paisaje diferente, cada amanecer está pintado con distintos colores, que se reflejan en el rio y en las piedras de El Pilar.
Realmente es un placer comenzar el día así.
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