Hoy salía yo de casa y en cuanto me he asomado a la plaza, nada cinco metros de la puerta de casa, el corazón ha latido una vez más de la cuenta, y me he dado cuenta que algo había pasado, ver a mi marido en el corrillo de mujeres, todos de pie, y unas mujeres no habituales al corrillo junto con las lágrimas de estas, han corroborado que algo malo había pasado.

De nuevo un accidente se ha cobrado una víctima, sólo que otra vez la víctima tiene nombre y apellidos cercanos a mí.

Hemos pasado muchas tardes y mañanas de invierno juntos en el horno de la panadería echando tortas y haciendo empanadicos, bueno en realidad yo sólo ayudaba, con peleas de corte político con tu padre, nunca nos hemos enfadado por ello. No hace mucho compartimos risas en una boda, en la de tu prima y comentábamos el acierto de esta con tu ubicación en la cena. ¡Qué lástima!. Apenas hace unos días cuando te vi entrar en la puerta de al lado de mi casa con vuestro nuevo operario para las granjas, se te veía feliz.

La vida no ha sido fácil , comentábamos aquella noche, junto a tu hermano, que había que vivir con alegría apesar de los golpes, veremos a ver como superan esto tus padres, tu hermano y el resto de tu familia de la que has sido fuente de alegría contínua. Superaste ya un accidente terrible, que te tuvo atado a la cama del hospital una larga temporada, ahora no ha habido ocasión de cuidarte en el hospital.

Un abrazo Gonza , cuida de todos nosotros. Hasta la vista