Juro que yo estaba trabajando, y las palabras han llegado a mi "zulo" (esto es poco mejor que un zulo, pero es sólo mío) y escucho decir a mi compañera:

-No definitivamente si lleva bigote no quiero saber nada de él.

Mi cerebro ha hecho "tilín" y me he levantado rauda

-¿Cómo dices? ¿qué tiene que ver el bigote con la persona?

-No, no, replica ella, no puede tener ni barba ni bigote que una ya no está acostumbrada a los besos y achuchones. Luego resulta que tienes una noche de amor intensa y amaneces con toda la barbilla y la cara roja e irritada.

-Con razón de más, si tiene barba o bigote no pica, no raspa y por tanto no hay reacción, digo

- No, no, no me entiendes es que yo quiero volver a sentir la piel irritada después de una noche de amor intensa, hace tanto que no la tengo que la quiero completa, hasta con los inconvenientes.

Y entonces he pensado, tienes razón hija, si hay que atesorar recuerdos que sean completos con pros y contras, todo es cuestión de tener a mano una buena crema contra la piel irritada, al fin y al cabo lo importante es besar y si hay más pues mejor que mejor.

Hay personas que nacen con el dón de la palabra hablada, yo no soy una de ellas, así como me cuesta muy poco sentarme a escribir sobre el tema que sea, no cuento con la fluidez necesaria para verbalizar oralmente lo que pienso, no es algo que me importe mucho dado que no es mi trabajo, pero eso no significa que no me moleste, porque cuando me entrevistan no puedo evitar ponerme nerviosa. Da igual para qué sea la entrevista, si es de trabajo me pongo nerviosa, si es para la radio también y si es para la tele más todavía.

El otro día haciendo un experimento de esos del Facebook tenían que decir cual era su primer recuerdo sobre mí, hubo alguna que dijo que me recordaba en un congreso puesta en pie y hablando, y pedía para que no le preguntase a ella nada, jajaja, me identifico totalmente con ella, bueno, si no notó que estaba muy nerviosa es porque no es buena observadora, sufro cambios bien visibles en mi fisonomía, creo que me cambian hasta los rasgos de la cara, me transformo, porque la piel de mi cara va aumentando su temperatura hasta estar hirviendo y roja, la voz me tiembla y yo creo que incluso llego a tartamudear, las ideas acuden más rápido que el sonido a mis labios, no articulo bien, total un desastre.

Que a ¿qué viene esto? pues porque otra vez me he vuelto a ruborizar hablando de mi pueblo y no de orgullo, que sería lo normal, si no por nervios. Resultado acabo de perder clientes en lugar de ganarlos.

El otro día en una gira turística por los blogs, escuché una canción que me viene como anillo al dedo, hoy he buscado la letra y voy a comentarla un poco ,solo el estribillo.




Me encanta, eso de "Señora no quite años a su vida póngale vida a los años", pues totalmente de acuerdo, es una máxima que voy a adoptar, en lugar de lamentar por los años pasados, voy a preocuparme de vivir los siguientes con mayor intensidad, que cuando sea viejecita y esté en la residencia tenga muchos recuerdos intensos que evocar.

En cuanto a las cosquillitas en el estómago pues no siento las mismas afortunadamente, porque ahora hay más cosquillitas y mejores, que en esta vida a todo se aprende y a amar también hay que aprender.

Y sí en los 40 se unen la experiencia adquirida y con la juventud recien pasada y saboreada sin paladear, porque no da tiempo hay demasiadas cosas que hacer y experimentar

Alzo mi voz desde el corazón y evoco la de mi abuela, devota tuya y canto junto a ella tu himno

Tú sabes que nunca levanto mis ojos hacia tí, siempre miro a tu Hijo, hoy mi petición es especial, por eso miro al cielo y a tí te pido y sé que mi petición ha llegado y sé que mi deseo se hará realidad, está en camino. Gracias.

Siempre presidiendo nuestras vidas, influyendo en ellas. Siempre esperando llegar a descubrir tu imagen mimetizada con la sierra para sentirnos en casa.
Cuando me levanto y miro por la ventana en las mañanas otoñales y apareces entre nubes como si de un castillo mágico se tratase, hay que aprovechar el momento y llenarse con la imágen porque los rayos del sol pronto harán desaparecer la magía y darán paso a la piedra dorada.
Cuando vuelvo a casa a medio día y y tomo la curva de Novalla aparece "el Cachicar" verde, otra mancha de un verde distinto entre los pinos y roca de la sierra, brillante si ha llovido, la torre de la iglesia con los pináculos implorantes hacia el cielo, y al poco girando la vista, te manifiestas en toda tu magestuosidad.