El sábado toca boda, y aunque mi niña no viene, porque está en plenos exámenes y vive en "Cai", que es muy gracioso escucharla hablar, ella una aragonesa de pro, refinada, hablando en gaditano, supergracioso, la verdad, me queda la duda de si no serán los gaditanos quienes terminarán hablando aragonés, pero bueno, este no es el tema, lo mío es irme por los cerros de Úbeda. El sábado toca boda en la capital de la comunidad, osea, Zaragoza, y hacia aquí nos encaminaremos después de comer la pareja feliz y mi madre, sí, mi madre también viene, es su sobrino. Y claro aunque no estrene modelito, siempre hay que cambiar alguna cosita, aunque sea la sombra de ojos, bueno pues me he ido a la perfumería y he comprado una laca de uñas, y no sombra de ojos, porque son las mismas que tengo así que suficiente con mi colección, per claro mi colonia una de Dior fresquita, se queda corta para las salidas nocturnas, así que me he dejado querer por la dependienta y he acabado comprando una de Gucci que luego resultará demasiado "olorosa" y densa y pasará a engrosar las que mi madre tiene en su estantería. Quería unas sandalias, no he visto lo que buscaba, así que me he quedado sin sandalias, dos pares de medias, y tampoco había lencería negra que me gustase más que la que tengo, así que ha sido baratito, claro que aún queda un día, jeje y tengo tiempo hasta de cambiar de modelo, ya veremos.

Si la boda no fuese en la capi tendría que haber cambiado de modelo porque en el pueblo ya lo conocen, jajaja, pero como aquí no de esta me he librado, sólo sueño con que sea ya la hora de ir a dormir el sábado porque me dolerán mucho los pies con esas sandalias que lo sé, que la Navarro esa no me calza bien, pero sobreviviré, naturalmente, si hasta lo estoy haciendo a la alergia.