erraol

Miedo a envejecer y más a no poder hacerlo. Esto es lo que sentí ayer.

Como ya comenté ayer me desperté con un terrible dolor en una articulación de la mano, intenté no prestar atención y dejar que pasara sin más. Con el transcurrir del día y con el aumento de mi inquietud, decidí que me sobrepasaba y que tenía que ir al médico y hacia allí que me fui. No estuve en urgencias más de 5 minutos, no hizo falta más.

La doctora mira mi mano y me pregunta: ¿y tu madre?. La miro y digo: mi madre bien, gracias, toda sorprendida yo por la pregunta, pensé puede ser que tenga que conocerla y no lo haya hecho. Ella que vió mi cara de sorpresa se adelantó y me dijo: No, no me refiero a eso, aunque me alegra que esté bien, me refiero a si tu madre tiene artrosis. Y yo: Ah, pues sí, y mi padre también tenía.

Tras esta conversación emitió su diagnóstico, no sin antes consultar mi historial médico.

Juro que tuve que hacer un tremendo esfuerzo para no llorar, no por el dolor, que también podría, más bien por lo que significaba, mis manos iban a deformarse y empezaba una etapa de decadencia y de camino hacia la vejez. No llevo bien cumplir años y envejecer. La doctora se quedó extrañada por mi reacción, enseguida le expliqué: No pasa nada, sé que hay cosas muchísimo más graves y con peor pronóstico, pero no puedo evitar pensar que llevo casi diez años soportando el dolor de un modo u otro. Me miró con una sonrisa y me dijo: Ya sabes, con la edad no podemos competir.

Afortunadamente luego me volvió a mirar un amigo y me dijo que no era artrosis, que se inclinaba por otro tipo de lesión. Si mañana duele, dijo, hay que hacer una placa. Le di un besazo enorme.

Y yo que me prometía un fin de semana relajadito y tranquilo... Veremos a ver como responde mi mano, ahora vendada, al volante mañana.

Y aún así tengo suerte, he vivido 40 años sin dolor de ningún tipo, así que supongo que ahora me tocan otros 40 de convivir con el dolor, tendré que seguir aprendiendo a hacerlo.

Buenas noches niñas, nos vemos mañana