Muchas veces las cosas no salen como a nosotros nos gustaría pero siempre hay que darles la vuelta y ver que con un poco de paciencia normalmente se soluciona todo o casi todo.
Este puente largo, largo, siempre lo hemos dedicado a coger olivas, bueno pues este año la máquina dijo: ¡Stop! quiero que celebreis el acueducto en condiciones y que disfruteis de él. Y mal que le pese a mi marido, que ha estado todo el puente estresado por no poder trabajar, lo hemos disfrutado.
Y es que hay que ser positivos y ver las cosas buenas que nos han pasado a pesar de no poder coger olivas, que todo no acaba aquí, hay vida después del olivar, por ejemplo no tuvimos que cancelar las minivacaciones por culpa de la huelga salvaje de los controladores, no tuvimos que madrugar y pudimos disfrutar de comidas, cenas, vermouths y cubatas con los amigos de aquí y de allá. Nos hemos reído mucho, si hasta he aprendido a hacer madalenas de chocolate y se podían comer y todo.
¿Ves como no es tan malo guardar fiesta alguna vez? Un beso, y ahora trabaja mucho que tu hija quiere regalitos caros y la economía está (palabrota)... dejémoslo en que está en las zonal abisales del océano, jeje, al menos tenemos trabajo que no es poco.