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Este año me he quedado sin playa, entre otras muchas cosas, llevo tres semanas de vacaciones y no me he enterado, tengo mas quehaceres que habitualmente, y es que esto de quedarse en casa no es bueno para mi paz mental.

Llevo dos meses sin dormir de tirón, me duele la espalda, me duele toooo y esto no es normal, dicen que es la menopausia, pues vale, yo, me lo creo pero que me perdone el que inventó el término en cuestión, porque esto es una putada con todas las letras y en mayúsculas. Así de repente te entra una fiebre tremenda que te hace sudar por sitios y lugares inauditos, que ves como tu frente y tu labio superior se llena de agua así como si tuvieras un manantial dentro y una fuente en tu escote, se me ocurre que igual el canalillo está inventado para este fin, que al principio hasta te asustas porque no es normal en tí sudar, en fin que mi médico se ríe y yo me cabreo, ya me gustaría a mí verle a él cada dos horas aproximadamente por la noche con los ojos en blanco esperando a que pase el calor, vamos que me reía yo de las mujeres del abanico, pues ahora tengo uno en cada bolso y a veces aún es poco. Un rollo, a todos los que os digan que la menopausia es un estado más de la mujer que hay que vivir con alegría dadle dos collejas porque ¡una leche!, sólo hay una cosa peor y es un ataque de vértigo.

En fin que resignadamente, ¡y una gaita gallega!, van pasando los días, pasan las vacaciones, y encima de estar sin playa, pues a aguantar estos arrebatos febriles que te dejan echa unos zorros y camino de la ducha cada dos por tres, que menos mal que aquí el agua es barata, que esa es otra, ¡cómo ha debido de aumentar su velocidad el contador del agua...! más ropa para lavar y por tanto planchar, más calor, y mas ducha, jajaja, la pescadilla que se muerde la cola.

Ahora entiendo a Freud y algunos de sus comentarios, no me extraña que alguna mujer se vuelva loca, es para hacerlo, y en realidad lo único que quiero es dormir 8 horas seguidas, y levantarme fresca como una rosa al amanecer.

Paciencia, no hay mal que cien años dure. Y este seguro que se cura al final de los días.