Hay mañanas que una espera sean como la anterior y que nada más entrar en el edificio del trabajo ve que no va a ser un buen día. Se me ha caído un poco del café para llevar en la mano y me he quemado, poquito, pero ha servido para ponerme en alerta, y cuando he entrado y he visto las caras... voy a entrar en mi cubículo y una silla de ruedas en el medio, el otro tramo ocupado por una compañera trabajando sentada con la silla a metro y medio de la mesa, bueno un poco exagerado,no podía pasar sin moverla, maletín, bolso, café, abrigo y bufanda, evidentemente ha salido el primer rugido. ¿Qué hace esta silla de ruedas aquí en el medio?, como las balas ha acudido una y pregunta eso me gustaría saber a mí, ¿qué hace esta silla aquí? bien yo la había apartado a un rincón ella la ha llevado a su sitio.
Dejo mis cosas, perchero, mesa... y salgo a ver a las compañeras que tenían cara de circunstancias, la más moderada me dice:
_ No vengas gritando que no está el horno para bollos
_ ¿Qué ha pasado pregunto? ¿dónde está .....?
Respuesta de la más exaltada:
_ Que va a pasar, lo que ya sospechábamos... esto ya sabía yo que iba a pasar._ y se ha ido para adentro a trabajar.
Podría seguir relatando la conversación pero no merece la pena.
Bien tengo dos opciones unirme al descabello y muerte de la compañera que no pasa por buen momento o aplacar los ánimos, voy a optar por esta segunda opción.
Desde que comence a hacer el blog, cada mañana imprimo una copia de lo que he escrito para que echen unas risas o comenten la jugada, hoy voy a hacer lo mismo y con la intención de que se den cuenta de que todos no somos iguales y no somos perfectos.
Los seres humanos reaccionamos de modo diferente frente a la adversidad, unos echan a la espalda la carga y tiran para adelante sin solucionar o enfrentarse al problema y guardándolo para otra ocasión mejor, otros se hunden en el abismo más profundo y no saben ver el camino de vuelta a la alegría, otros, como yo, intentan encontrar el modo de salir del golpe como mejor pueden e intentan ver un lado positivo aún en el lado más amargo, todo tiene un fin, aunque muchas veces, se me escapa el fin la verdad y me repatea tres mundos.
Hay mujeres, personas, muy fuertes que saben plantar cara a la vida, en cambio otras necesitamos apoyo, unas más y otras menos, pero necesitamos esa mano amiga que tire de nosotras en algunos momentos.
Ayer escuchaba en la radio que la felicidad se basaba en tres pilares, no recuerdo exactamente las palabras se que uno de ellos era dar todo el amor del que eres capaz, otro era amarte a tí mismo y el tercero no lo recuerdo, también decía Rovira que todos recordamos momento en los que hemos sido felices, pero que cuando estamos experimentando la felicidad muchas veces no somos conscientes de ello, fue bastante interesante, y eso que estaba Cansado que ya de por sí me tira para atrás, eso sí ayer estuvo calladito y escuchando, no metió la pata.
Así pues intentemos comprender las situaciones y ser esa mano amiga que se alarga para abrazar a la compañera antes de que caiga al abismo, de donde seguro que nos cuesta más sacarla.