Las prisas son malas consejeras, y yo hoy la tengo, he de llegar a un curso en cinco minutos y la verdad es que no me apetece nada en absoluto. Vaaaaale, voy a ver a mis compis de otros hospitales, vaaaale que con algunos nos reiremos un rato, espero que no a mi costa aunque si mi exjefe, para mí siempre será mi jefe, anda cerca seguro que acaba sacando punta a alguna metedura de pata de las mías.

Pero la culpa es mía, porque hablo sin pensar y sale cada burrada que no veas, y estos catalanes le dan la vuelta a todo. Hubo un día que comenté lo que había sentido al montar a caballo y no se me ocurrió otra cosa que decir, que era una sensación rara tener entre las piernas algo con vida propia, imaginad la carcajada. Yo creo que cada vez que me ve, se acuerda del caballo.

Así que esperemos que la mañana transcurra de modo calmado. Para evitar incidentes y comentarios y evitar explicaciones, que ya estoy un poco cansada, llevo un hermoso pañuelo que impedirá que todas las miradas se fijen en mí, claro que igual debería haberme puesto una camisa menos escotada, bueno ya no hay tiempo, toca coger la Cie y marchar al curso.

Que tengáis un buen día chicas.