Lo que había sido una noche estupenda de fiesta y concierto terminó en la mañana con una tristeza inmensa, el anuncio de la campaña de prevención de accidentes se había cumplido y lo que pensabas que nunca iba a volve a pasar cerca de tí de nuevo sucedía.
Llevo días rumiando y vuelta a rumiar ¿ y si hubiera sido en mi casa?, ¿y si fuese yo?. No hace mucho comentábamos mi marido y yo la importancia de dejar en el móvil la indicación de "avisar a...", le comenté que yo la lo tenía así, estoy por borrarlo y dejarlo sin que puedan avisar a nadie y que tengan unos momentos más de felicidad y tranquilidad si llega el caso. No quiero ni pensar que lo que estos amigos están pasando, si me estuviese pasando a mí, ¿me moriría? seguramente lo desaría pero es lo malo de tener un corazón fuerte que no obedece a tus deseos. ¿Cómo se puede volve a afrontar la vida después de un palo así? ¿Realmente hay algo peor que perder a tu hijo? da igual que tengas más de uno, cada uno ocupa su lugar, recuerdo que hace muchos años una familiar me comentaba esto, y la creí.
Este verano no es verano, hace frío, porque el 1 de agosto el frío se instauró en nuestros corazones, y allí en Palma se quedó un trocito del nuestro. Vuelven las lágrimas.
¡Cuántas decisiones hay que tomar rápidamente!, no hay tiempo para pensar, no se si esto es bueno o es malo.
Y yo sigo preguntándome ¿cómo se vuelve a vivir? No tengo respuesta y espero no conocerla nunca y también espero que mi familia no encuentre la respuesta.
¿Cómo se puede afrontar que cuando todo de viene de cara y tus hijos están críados y bien encaminados la vida te de este mazazo?
Ayer cuando leía los mensajes que había en su página del fb, pensaba, no podrá leerlos, yo tampoco pude, no llegué ni al tercero, luego pensé también, sus padres no tendrán acceso a su correo, ¿ y cuántas parcelas de la vida de los hijos no conocemos? ¿Estaría enamorado?, esa noche ¿habría conocido a alguien interesante? ¿habría disfrutado con sus amigos?... Tantas preguntas y ninguna respuesta, ya no habrá ninguna respuesta.
Traemos al mundo a nuestros hijos con toda la ilusión, les mimamos, enseñamos a vivir, cuidamos, velamos por ellos, les consolamos cuando lloran, les contamos cuentos para ayudarles a dormir, les enseñamos a correr, a montar en bici,..., les damos lo mejor de nosotros y cuando ya están listos los lanzamos al mundo y el destino nos devuelve una llamada telefónica en medio de la madrugada.
Este año no hay verano, sólo hay frio en el corazón.
(Arturo mientras exista un recuerdo tuyo seguirás a nuestro lado)