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Cuando bajar a Huesca es jugarte la vida, creo yo que las autoridades deberían tomar cartas en el asunto y hacer algo con estos asquerosos bichos. Raro es el día que no hay un accidente debido a los jabalíes. Da igual que lleves silbatos de esos en el coche, las placas rojas reflectantes..., tonterías. Vais a ver lo que nos ha pasado esta noche. Una noche de viernes que yo me prometía tranquila y reposada.

Estaba yo esta noche, a las diez, ya en pijama y preparada para escribir una entrada en el blog acerca de una sorpresita que tenía yo preparada para mi maridito cuando de repente suena el móvil, bien, hasta aquí nada raro, he mirado y era mi hija, he pensado que había llegado a destino, le pregunto y me dice que no, que está en Alerre y que ha tropezado con un jabalí, pregunto: ¿estás bien? dice que sí y respondo: ya vamos.
Aviso al padre y nos ponemos en camino, llegamos allí, ya había llegado la Guardia Civil y estaba levantado el atestado, bueno, abrazo a la hija, está tranquila y bien, no le duele nada, bueno otra anécdota pienso, coches venden, hijos, no.

Padre que llama al seguro para que envíen grua, y nosotras, nos sentamos en el otro coche a esperar, cuando terminan el atestado, los guardias saludan y nos desean buenas noches, muchas gracias por todo y adios, adios, y antes de llegar a su coche se da la vuelta uno de ellos y abre mi puerta y dice, bueno si quieren recoger al jabalí está en la cuneta, tengan cuidado no vaya a embestirles un coche, y mi marido y yo a coro ¿qué, recoger al jabalí? ni hablar, muchas gracias. El hombre nos ha visto tan indignados que ha tenido que explicarse y decirnos, no hombre, era por si eran cazadores, y yo, no,no gracias. Mi marido se lo queda mirando y le dice, ¿estaba muerto?y el guardia si señor, yo lo he arrastrado a la cuneta. Muchas gracias, le dice mi marido, pero no, no queremos al jabalí.

A la media hora ha llegado la grua y ya nos hemos venido a casa, y mi hija ha seguido viaje a Zaragoza con una amiga, pero si pensais que eso ha sido todo ¡ja!.

Hemos acompañado a la grua hasta Ayerbe porque era ahí donde dejábamos el coche, en el taller, claro, hemos llamado al amigo para que nos esperase, y cuando ya subíamos a casa, a Loarre, a medio km del pueblo tres jabalíes adultos y cuatro jabatos, paseaban por la carretera, he advertido a mi marido, que dice que los había visto, pero yo, por si acaso aviso, y después de unos cuantos toques, bastantes, de claxon se han apartado.

Hemos llegado a casa sin más altercados, pero yo me pregunto ¿hasta cuándo seguiré teniendo suerte y veré a los bichos estos de lejos?.