No se me ocurre un modo mejor de felicitar la Navidad que a través de este vídeo, y de esta canción de Labordeta que tan bien nos define a nosotros los aragoneses, es un arreglo nuevo que además nos enseña un trocito de Pirineo y algo tan entrañable para nosotros como son "as cheras" (hogueras).

Feliz Navidad a todos los que alguna vez pasáis por aquí y miráis los desvaríos de esta compañera, amiga, conocida, madre, ..., un abrazo y sobre todo vivid el momento y sed felices.

Apenas quedan unas horas para la Nochebuena y yo sigo sin haber podido realizar mis compras navideñas, espero que comprendan que Papá Noél no vendrá y que lo harán los Reyes Magos.

Me he perdido el vermouth del trabajo, la vida es así, unas veces puedes acudir y otras no y en definitiva lo importante es que al final todo ha ido bien y la tranquilidad vuelve a reinar en mi vida y mañana volvemos a casa como los turrones el Almendro que lo hacen por Navidad.

Un abrazo a todas y todo, que os echo de menos y el lunes os veo a todos. Besos, besos y Feliz Navidad, ¡guardadme algo, una copita de vino....!

Hace unos años, cuando mi hija salió fuera de casa a estudiar, descubrí de pronto que la echaba de menos, que echaba en falta los portazos, los gruñidos, los "Oces, esto,...., Oces, lo otro, ..., Oces me voy"... y ahora aquí me tienes pendiente de una llamada que me diga "baja a buscarme, estoy en Huesca". La abuela preparando su comida preferida y yo arreglando su habitación para que en dos minutos vuelva a estar patas arriba, el padre intentando acabar de coger las olivas para poder bajar a acompañarme a buscarla. Y es que ese primer abrazo sabe tan bueno.... es un canto a la vida.

Te esperamos hija, tenemos la suerte de poderte esperar, me estoy imaginando cuando seamos mayores y te sigamos esperando a ti y a los tuyos por estas fechas... es emocionante, casi, he dicho casi, hace que desee tener canas.

Faltan apenas unas horas y parecen días. También sé que mañana habremos discutido algunas doscientas veces, pero eso es la sal de la vida, también sé que llegará en casa tocará chufa y saldrá corriendo a ver a sus amigos, eso también es normal en nosotros, jeje.

En fin que a ver si este reloj corre un poco más.

Pues eso, lo dicho que estamos en Navidad, una Navidad en crisis y que por no tener no tengo nada preparado ni comprado. Pero eso no es lo importante, lo verderamente grave de mi caso es que no tengo ganas de que sea Navidad. Porque, a ver, nos faltan seres queridos alrededor, la niña se ha hecho mayor, aunque sus últimas palabras fueron:

"Hija Oces, ahorra que tu hija quiere regalitos caros..."

Así que ya veis, porque ni he ahorrado, ni ganas, osea que estoy en estado de desmotivación absoluta aunque no creo que decirle a mi hija que estoy desmotivada sirva para explicarle porque no tiene regalos. ¿Podría negociar un par de días esquiando?, ¿contaría como regalito caro?...Hmmm

Mis tarjetas se remueven furibundas en la cartera, preguntándose:

¿Estará enferma?, ¿se habrá arruinado?, ¿se ha olvidado de nosotras?.

La respuesta es no, ni me he arruinado, ni estoy enferma, ni me he olvidado de ellas, como para olvidarse con el sablazo que me soltará el banco por tenerlas, sólo es que la Navidad ha llegado demasiado pronto y a mí me ha pillado aún pensando en el verano. Por cierto que telita lo del Sr. Botín explicando que un banco era sencillo de de entender con una mano cogen dinero y con la otra lo presta, que se lo cuente a quienes tienen créditos de donde se han sacado sus intereses, o a los de las hipotecas, o a los usuarios de tarjetas y demas usuarios del banco que pronto nos cobrarán por respirar en sus instalaciones, una pena, aquí sólo ellos se enriquecen el resto subsistimos y no nos podemos quejar encima.

Osea que o espabilo o en mi casa esa noche cenaremos tortilleta frances con pan con tomate y jamón, que de eso no falta nunca, una escarola del huerto y una minglana y a chuflar a la via oye que en África no han desayunado hoy y mañana tampoco. Dejaremos la langosta para otro día que seguro estará más barata. Se me está ocurriendo..., que igual que hay pueblos que celebran Nochevieja con antelación en verano o a principio de diciembre podríamos celebrar la Navidad después de Reyes, que empiezan las rebajas, entonces si que daríamos un susto a la economía de andar por casa, jeje. ¿Os apuntáis?

Un abrazo y feliz Navidad en crisis, aunque sea de ideas como la mía.

Muchas veces las cosas no salen como a nosotros nos gustaría pero siempre hay que darles la vuelta y ver que con un poco de paciencia normalmente se soluciona todo o casi todo.

Este puente largo, largo, siempre lo hemos dedicado a coger olivas, bueno pues este año la máquina dijo: ¡Stop! quiero que celebreis el acueducto en condiciones y que disfruteis de él. Y mal que le pese a mi marido, que ha estado todo el puente estresado por no poder trabajar, lo hemos disfrutado.

Y es que hay que ser positivos y ver las cosas buenas que nos han pasado a pesar de no poder coger olivas, que todo no acaba aquí, hay vida después del olivar, por ejemplo no tuvimos que cancelar las minivacaciones por culpa de la huelga salvaje de los controladores, no tuvimos que madrugar y pudimos disfrutar de comidas, cenas, vermouths y cubatas con los amigos de aquí y de allá. Nos hemos reído mucho, si hasta he aprendido a hacer madalenas de chocolate y se podían comer y todo.

¿Ves como no es tan malo guardar fiesta alguna vez? Un beso, y ahora trabaja mucho que tu hija quiere regalitos caros y la economía está (palabrota)... dejémoslo en que está en las zonal abisales del océano, jeje, al menos tenemos trabajo que no es poco.

Esta iba a ser una entrada de queja, hasta tenía ya buscada la foto que quería poner, pues bien, he decidido dar un giro a mi día y lo que se estaba convirtiendo en frio y quejoso, en dolor y cansancio y en más de lo mismo transmutarlo a mi favor y en que sea un día de uso y disfrute con todas sus consecuencias. Veremos que depara ahora este día gris y plomizo y con un frio que pela. El cuerpo me pide sillón, libro, encima tengo uno de Nora Roberts pero voy a cambiar de planes y a hacer otras cosas.

Además he decidido que yo puedo más que el dolor y que total sólo es una sensación, así que está en mi ser poder cambiarla. He decidido que al mal tiempo buena cara y emulando al de la parábola mirar más allá de mi ombligo que hay mucha gente peor que yo, así que nada de quejas. ¡Toca disfrutar!